«Al tener un prototipo, el cliente te puede decir lo que está mal o no funcionaría»

Para una persona emprendedora, contar con un prototipo de su idea de negocio le hace aprender rápido del mercado que, a la postre, es quien manda. Así, puede tomar decisiones, evitar sorpresas en el futuro y ahorrar recursos.

Y eso es justamente lo que persigue el programa «Prototipado de proyectos«, cuya segunda edición está ya abierta para a emprendedores con un proyecto empresarial y también para empresas que vayan a lanzar un nuevo proyecto, producto o servicio.

Pedro Pacha, uno de los promotores de Vuyvu, tomó parte en la primera edición de este programa, y también en la Aceleradora Empresarial.  «Los dos programas me han aportado unas herramientas muy útiles que me llevo para mí para siempre, y que pondré en práctica siempre que quiera emprender. Creo que antes de crear una nueva empresa, tendría que ser obligatorio pasar por CEIN. A mí, me hubiera ahorrado mucho en el pasado».

Además, Vuyvu se ha instalado recientemente en el Vivero de Innovación de CEIN. El proyecto consiste, en su primera versión, en reservar tu puesto en una cola de un comercio, banco, etc., a través del móvil o tableta. En la segunda, preparada para personas con minusvalías, con la misma aplicación puedes pagar con el móvil.

Pedro comparte su experiencia y aprendizaje en el programa «Prototipado de proyectos» en esta entrevista.

¿Qué es lo que te animó a participar en el programa «Prototipado de proyectos»?

La primera noticia sobre el programa nos llegó desde nuestra asesoría. Lo cierto es que, tanto a mí como al equipo, nos sorprendió, porque conforme estamos dando los pasos para crear la empresa, en el momento justo, aparece algo que nos ayuda. Justo estábamos pensando en cómo tendría que ser el prototipo que sería parte de la imagen de Vuyvu, así que la decisión no fue difícil. Teníamos que apuntarnos.

¿Cómo abordaste la elaboración de tu prototipo? ¿En qué ha consistido?

Como nuestro proyecto se basa en algo que ya está funcionando, pero mejorándolo, teníamos claro que tenía que ser como lo que ya conoce la gente, cambiarlo estéticamente lo menos posible, y que funcionara con todas las mejoras.

Me explicó. Queríamos que a las personas que no están acostumbradas a la tecnología, y que son de no cambiar, no les supusiera un gran cambio. Pero, al mismo tiempo, que pudieran disponer de una gran tecnología, ayudas, comunicación con establecimiento, estadísticas, etc.

¿Qué has aprendido con tu prototipo? ¿Has tenido que replantearte algún aspecto de tu proyecto?

Pues la verdad es que mucho. Al tener un prototipo, algo que enseñar, el cliente o usuario te puede decir lo que está mal o no funcionaría. Tú mismo, al tener algo físico, te das cuenta de lo que hay que cambiar. Lo primero era probar la funcionalidad. Cuando comprobamos que funcionaba, gracias al prototipo nos dimos cuenta de que no era lo que al cliente le gustaba estéticamente. Por eso ahora estamos haciendo unos cambios en ese sentido.

¿Cómo explicarías tú en qué consiste validar un proyecto?

Para mí, validar un proyecto ahora, después del programa, es que con el menor recurso puedas testar algo, bien con un prototipo físico o dibujo que tú mismo has hecho, y hacer muchas entrevistas a tus futuros clientes. Y, lógicamente, tomar decisiones con esos datos: sigo como lo he pensado, hago los cambios que mis clientes piden o lo pongo en la lista de deseos.

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