Cambio de ciclo en emprendimiento

Esta semana pasada acaban de fallarse los Premios Iníciate 2018. Por segundo año consecutivo las personas implicadas en los proyectos que se han presentado a la competición superan el centenar. A este dato, quiero añadir dos más: dos tercios de los participantes estaban trabajando en el momento de participar en los premios, y un 76% tenían formación universitaria. Resumiendo, un claro perfil de emprendimiento por oportunidad traccionado por personas con fuerte formación.

En CEIN trabajamos hace muchos años en colaboración con las universidades fomentando y apoyando el emprendimiento. Nos toca interactuar fundamentalmente con alumnado de último curso de grado, de másteres y en todos los niveles en investigación, desde doctorandos hasta investigadores senior. Bien, sin basarnos en datos científicos en este caso, podemos afirmar se percibe “otro ambiente” hacia la opción del emprendimiento.

Los que llevamos en esto del emprendimiento un tiempo, recordamos como no hace tanto explicar esta alternativa como posible vía laboral a estudiantes era acogido como un tema más de los tantos que se reciben en las aulas. Hoy, sin embargo, el interés general que se percibe es mucho más activo, plantean preguntas y apertura al tema y, al finalizar, es frecuente que se acerque alguno de los jóvenes que han participado para decirte que están pensando en una posible idea y ver cómo les podemos ayudar.

A nuestro juicio, se está dando un cambio de cultura en las personas jóvenes hacia el hecho de emprender. Es un cambio silencioso, incremental en resultados actualmente, pero que va calando con fuerza. Buena parte de los estudiantes salen de la universidad considerando que emprender es una alternativa, aun cuando de partida no sea la primera elección. Estos cambios de base son palancas de futuro.

A más, en todos los rankings de competencias más valoradas por las empresas en las y los trabajadores para los próximos años se encuentran aspectos como creatividad, proactividad, iniciativa,… También en CEIN llevamos años trabajando el campo de las competencias emprendedoras, y de nuevo aquí surge una confluencia entre esas competencias de futuro y las identificadas como necesarias para emprender con éxito.

Tanto es así, que en los programas “emprende” que hemos realizado para distintos ayuntamientos en estos últimos años dirigidos a personas sin idea de negocio de partida, y fundamentalmente en desempleo, conforme comenzamos a trabajar con ellas procesos de emprendimiento inducido, su empleabilidad por cuenta ajena se incrementaba exponencialmente.
A este cambio de ciclo, añadirle una pieza más. El emprendimiento cada vez es más “urbano”. Se concentra en ciudades, algo a lo que no es ajeno tampoco Navarra con la Comarca de Pamplona como centro de atracción.

En resumen, el emprendimiento se mueve cada vez más por oportunidad, con altos perfiles formativos al frente que, además, es de esperar que se mantenga en el tiempo, en entornos urbanos. Y las empresas necesitan más capacidades emprendedoras internas.

 

Fernando Baztán. CEIN

 

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