Con la mochila a cuestas

Desde el fondo de la villavesa, observo cómo los estudiantes cargan con sus mochilas al hombro, mientras comentan la ardua tarea que les espera estas semanas para afrontar los exámenes antes del merecido descanso de Pascua.

Es así como llegan los emprendedores a CEIN, y es ahí donde les invitamos a que ‘abran’ sus mochilas, nos cuenten cuáles son sus propósitos y el porqué de cada una de las herramientas que albergan en ella. Empezaremos a trabajar juntos para dibujar la ruta que les llevará al éxito con su negocio…

El proceso que nos espera hará que estén preparados para que cuando salgan “al mundo real” no sólo sepan cómo emprender, sino que conozcan el lenguaje que se habla en el ecosistema empresarial, lo que sin duda les dará una clara ventaja.

Multitud de disquisiciones especifican qué es emprender, por lo que no tiene sentido abordar este concepto. Pero no cabe duda que se trata de una actividad imprescindible para generar negocio, es la acción clave para transformar la realidad en la que vivimos, es la forma adecuada de escribir las propias reglas del juego.

No es fácil, ni rápido, hay que dedicarle su tiempo con la pasión que se merece, porque consiste en visualizar una realidad que no existe, imaginar la solución a un problema que tolera un grupo de personas y ponerte manos a la obra hasta lograr hacerla realidad.

Y es que cuando llegues a CEIN, te encontrarás con otras personas emprendedoras dispuestas a idear y ofrecer el mejor producto / servicio para sus futuros clientes, con quienes compartirás tus ideas, tus dudas, tus ilusiones, tus avances y resultados. Nosotros contribuiremos con nuestro esfuerzo a que cumplas con tu objetivo.

Entre otros conceptos, comenzaremos por determinar la estrategia competitiva básica que vamos a desarrollar, que no es otra que “ser diferente”.

Esta es sin duda la mejor opción cuando comienzas, y trata de especializarte en una solución que sea valorada como la mejor por ser original o distinta a lo que ya existe en el mercado. Da igual que no sea la mejor opción para todos tus potenciales clientes, pero identifica aquellos a los que resuelves un problema real de una manera que le beneficie respecto a las soluciones que ya encuentra en el mercado. No es necesario recordarte que debemos desarrollar y ofrece propuestas por las que estén dispuestos a pagar, que hagan rentable nuestro proceso.

Pero tenemos que empezar desde el inicio, y por eso te pediremos que desarrolles la primera versión de tu producto, y como todavía te mueves en las innumerables hipótesis que rodean tu idea empresarial, te pediremos que descubras qué quiere exactamente tu cliente.

En este proceso no sólo tienes que validar tu producto, sino también debes descubrir si tu modelo es escalable. Funciona, pero ¿tiene opciones de crecer?

Cuando hablemos de definir un producto mínimo y viable (PMV), tiene que ser un producto que debe cumplir las expectativas que tu cliente espera de él.

Si en el primer impacto que tienes en el mercado los prescriptores a los que quieres llamar la atención no consideran que el producto es bueno, te va a resultar más difícil que cambien de opinión cuando vuelvas a lanzar ese producto con mejoras. Por eso, la primera versión debe ofrecer algunos de los beneficios que el cliente ya espera.

Y es aquí donde entramos en la continua disyuntiva de la rapidez y la solución adecuada para tus clientes. Es la estrategia de lanzar un producto con las mínimas funcionalidades necesarias para tomar el pulso a tus clientes y ver si tu producto satisface esa necesidad por la que están dispuestos a pagar por él a través del canal desde el que se lo ofreces.

Pero sin duda, y antes, tienes que validar a tus clientes. Para llegar a ese PMV, debemos preguntar a nuestros clientes potenciales qué es lo que realmente necesitan. Tarea nada fácil.

Además, como estamos en este momento de descubrir y validar, no debemos perder de vista el reconocer si la solución que ofrecemos es escalable. A medida que escuchas al cliente, tu imaginación genera miles de propuestas y desarrollos diferentes con el último fin de satisfacer sus necesidades, pero has de seguir centrándote en tu producto – solución.

Nos basamos en el lema de que «antes de sacar tu producto al mercado, ya tienes que estar lanzándolo”, donde la verdadera clave está en cuándo arrancas con la campaña de marketing y lo que ello implicará en todo el proceso del modelo de negocio. Y es que de esto saben ya muchos de los emprendedores que han pasado por la Aceleradora de CEIN.

Y ¿cómo vas a hacer crecer las ventas? Una vez lanzas, ¿cómo consigues incrementarlas? La teoría no puede ser más sencilla: actualizas y mejoras tu producto, o lanzas programas de ventas cruzadas con otros productos (tuyos o externos, mediante crosselling, nextselling, upselling, bundling), o divides el producto y vendes las partes o pruebas con estrategias para conseguir que tus primeros clientes atraigan a más clientes. El mínimo común denominador a todos ellos es mejorar el producto y atraer la demanda.

¿Y si hablamos de precios? ¿Con qué estrategias de precios sales? Sí, ‘estrategias’, no ‘estrategia’ en singular. Lo lamentamos, pero no hay una fórmula única. Lo que está claro es que tu producto tiene que tener un precio si quieres que la medición de clientes sea real: si lo regalas, obtendrás información, pero no sabrás por qué están realmente dispuestos a pagar… ni cuánto.

Todo es cuestión de hitos. Aquí radica la importancia de implantar sistemas de análisis. Los datos tienen mucha importancia a la hora de extraer conclusiones claras sobre cada uno de los pasos que damos como emprendedores y a la hora de armar nuestro modelo de negocio. Todas aquellas acciones que realizamos para descubrir lo que realmente le interesa a nuestro cliente, el camino que utiliza para comprar nuestra solución, cómo piensan y cómo podemos exponerle nuestros beneficios, y mucho más, debemos recogerlo y analizarlo, para así corregir nuestras actuaciones y mejorar el resultado. Esto es, continuamente diseñaremos acciones para corregir y mejorar nuestro propósito.

Si cada avance, al igual que los resultados que esperan nuestros estudiantes con sus exámenes parciales, nos va generando un buen resultado, es más probable que emprendas con garantías de éxito.

Todo esto y mucho más, lo encontrarás en el proceso de aceleración de proyectos de CEIN, así como en el resto de servicios que desarrollamos para satisfacer las necesidades que nuestros clientes emprendedores nos demandan.

Cada semana llegan a CEIN más de 15 nuevos emprendedores, a quienes preguntamos, pedimos ayuda para mejorar nuestro propio servicio y a quienes les pedimos que nos abran sus mochilas…. Y es que cada día, cada emprendedor nos descubre nuevas propuestas que desafían nuestro trabajo.

Por eso, en CEIN tratamos de dar respuesta a nuestros clientes, continuamente ideamos nuevas fórmulas, las probamos, replicamos, cambiamos, nos arriesgamos y gracias a emprendedores como tú, conseguimos nuestros objetivos.

Si algún día piensas en emprender y no sabes por dónde empezar, te ofrecemos la manera de idear y descubrir tu talento. Si (pretendes o) ya has identificado un problema por resolver y eres capaz de plasmar la solución, contribuiremos en su desarrollo. Si tienes la necesidad de un espacio donde ubicar tu negocio, te ofrecemos un lugar donde se respira a empresa. Si buscas un lugar donde se promueve el esfuerzo, la colaboración, la innovación y los resultados, has de ser parte de CEIN.

Pilar Tellechea

CEIN

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