Las personas, base para el éxito

Hace poco estuve en una interesante visita a una empresa industrial navarra que lleva muchos años funcionando. Un emprendedor fue capaz de detectar una oportunidad de negocio en el siglo pasado y, a día de hoy, esa empresa tiene una plantilla próxima a los 100 empleados. Cuando felicité al director general por lo que habían conseguido me respondió que su valor diferencial estaba en las personas. Me sorprendió gratamente que la importancia de las personas en las organizaciones también se extiende al mundo industrial y, afortunadamente, cada vez se oye hablar más de ello.

Sin embargo, cuando alguien pone en marcha una empresa, sus preocupaciones son otras: definir su producto o servicio, conseguir vender, conseguir cobrar, etc., mientras que la parte de gestión de personas pasa muchas veces desapercibida.

La startup va creciendo y diferentes personas se van incorporando a la organización, con sus diferentes conocimientos, capacidades, inquietudes, ilusiones y motivaciones. Lo habitual es que sus responsables se centren en la parte técnica y quizá dejen más desatendida la parte humana y probablemente no se preocupen de aprender a gestionar personas.

Quien dirige una empresa tiene bajo su responsabilidad no sólo el definir un buen plan para vender, para captar clientes. Hay otros planes que debe trabajar. Si lideras una compañía tienes bajo tu responsabilidad el marcar su rumbo y definir planes y acciones que te ayuden a llegar a donde quieres, pero, por favor, no te olvides de definir, desde un principio, un plan de gestión de personas. Aquí tienes unas primeras pautas para empezar:

  • Lo primero: qué vas a hacer para aprender a gestionar personas
  • Cuál quieres que sea la cultura de la empresa, sus valores y cómo se van a transmitir en el día a día. Si para ti es importante, por ejemplo, la profesionalidad, tendrás que concretar con ejemplos qué es y qué no es profesionalidad ya que, probablemente, tú entiendas una cosa y tú equipo otro.
  • Qué perfiles de personas te interesan, tanto a nivel técnico como respecto a sus habilidades y capacidades. Qué vas a hacer para que esas personas mejoren y se formen en esos temas.
  • Qué, cuándo y cómo vas a comunicar los temas relacionados con la empresa.
  • Qué vas a hacer para conocer el grado de satisfacción de tu equipo, sus motivaciones y frustraciones.
  • Qué vas a hacer para que tu equipo esté cada vez más capacitado y motivado, cómo vas a trabajar el reconocimiento y los conflictos.

En definitiva, define qué es lo que quieres que tu empresa sea en un futuro y traza el camino para conseguirlo. No esperes a que un día cualquiera, un empleado/a te diga que se va de la organización. En esos momentos te llevarás las manos a la cabeza y te preguntarás ¿podría haber hecho algo para evitarlo? Es posible que sí, pero ya será tarde…

Si te ocupas desde el principio tendrás más garantías de que tu empresa sobreviva en el tiempo y, con los años, cuando alguien visite tu gran empresa podrás contar con orgullo cuáles han sido tus factores clave de éxito.

Mi consejo, EMPIEZA YA. Con el tiempo, lo agradecerás.

Begoña Bordonaba. CEIN

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