La i+i de la innovación y la incertidumbre

Al emprender nos encontramos con un camino incierto y difícil de con­trolar. Incluso las opciones que creemos dominar pueden convertirse en imprevistos, así que no nos queda otra que adaptarnos. Esta es una situación sobre la que incidimos con nuestros emprendedores y emprendedoras, y tratamos de profundizar en esa capacidad de reac­ción y de toma de decisiones, consiguiendo que adapten su solución sin que tengan toda la información disponible.

El mundo exterior es el que continuamente hace tambalear el control, y si algo tenemos que hacer para testar una idea de negocio, sin duda, es salir. Y es que ahí es donde se hospeda la incertidumbre,  a quien podríamos definir como una “señora” altiva, y a lo mejor, elegante, llena de ideas divergentes que se te presentan continuamente ante cada situación, y con la que no tienes otra opción que lidiar, como si de una batalla de esgrima se tratara, y por supuesto, ante la que es necesario el manejo eficiente de tus habilidades si quieres dar con la respuesta adecuada.

Se dice que la actitud hacia lo incierto depende de la personalidad, los valores y la confianza de cada personas. Reglas del juego que pueden verse como una oportunidad para crecer o pueden verse como una amenaza. Si lo percibimos como una contrariedad estaremos cediendo un lugar al miedo, que llevado al extremo nos genera malestar y nos paraliza en nuestro cometido por descubrir la mejor propuesta de valor de nuestro modelo de negocio, frente a la decisión de lanzarnos a crear el proyecto e incluso, crecer como empresa. Pero sin duda, si quieres a la innovación en tu ADN y en el de tu  empresa, tienes que ir adaptándote al entorno y respondiendo adecuadamente a los cambios que en él se generan.

Así que es el momento de aceptar la incertidumbre como nuestra compañera de viaje y hacerla nuestra, ya que si descubrimos y aprendemos continuamente de lo que tenemos alrededor, podremos aplicarlo a la mejora y al crecimiento de nuestro proyecto. Crear el equipo, definir el producto o servicio, captar los primeros clientes… conocer con antelación cómo es el arranque y el crecimiento de un negocio te ayudará a afrontar mejor la travesía.

Aceptar la incertidum­bre es una habilidad esencial para desarrollar las oportunidades en un entorno cambiante, in­cierto, complejo y ambiguo. Exactamen­te las características que definen lo que a muchos y a muchas da miedo: el futuro de nuestra idea de negocio.

Pilar Tellechea. CEIN

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