¿Mejor emprendedores valientes?

Hace unos días se acercó a CEIN una persona joven, con trabajo estable, que quería lanzar una nueva iniciativa empresarial. En estos tiempos hemos conocido muchas emprendedoras y emprendedores en desempleo, impulsados por la necesidad de buscar alternativas a su situación y generar al menos una oportunidad de negocio.

En ambos casos, personas con empleo estable o personas desempleadas, se corren riesgos al emprender. Dejar un salario estable, renunciar a unas prestaciones, solicitar un crédito o apoyo económico de familiares… A esto hay que sumarle el esfuerzo que lanzar una nueva iniciativa supone, sobre todo al inicio, restar horas a la familia, al sueño o al tiempo libre…

Correr riesgos calculados es una de las competencias que trabajamos con las personas emprendedoras que vienen a CEIN. Las y los emprendedores abordan nuevos retos sabiendo las consecuencias y los costes que pueden tener y, en la medida de lo posible, han pensado cómo solventarlos en caso de que se produzcan. Son capaces de valorar las alternativas en la toma de decisiones, por lo que no siempre elegirán la vía más sencilla sino la que pueda tener más probabilidad de éxito. Todas las personas que emprenden en algún momento corren riesgos, pero de forma calculada.

La vida cotidiana está llena de decisiones que suponen algún tipo de evaluación de riesgos: la compra de un coche o una vivienda, la elección del colegio de nuestros hijos o hijas, o la decisión de pedir un aumento de sueldo. Lo más relevante de esta competencia es dejar claro que lo importante no es si se toman o no riesgos (que se han de tomar), al contrario, lo relevante es el nivel de análisis que se hace de los mismos.

Como podemos ver, muchas personas manejamos en nuestro día a día competencias que son clave para poder emprender y poner en marcha un nuevo negocio. Desde CEIN ayudamos a desarrollarlas a través, primero, del autoconocimiento y luego potenciando sus componentes o buscando alternativas.

Se suele decir que es muy diferente alguien valiente que alguien imprudente. En el caso que nos ocupa, y gracias a esta competencia, tenemos personas emprendedoras valientes, que se lanzan sabiendo el riesgo que corren, y no imprudentes, que afrontan riesgos sin haber medido sus consecuencias ni sus alternativas.

María Jesús Pujol
CEIN


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