Negocios con categoría de experiencia

Actualmente las empresas del sector comercial y turismo acreditan la calidad de sus productos y servicios con la implantación de sistemas de calidad, sistemas de gestión ambiental, sistemas de gestión de responsabilidad social… Los establecimientos hoteleros se clasifican en diferentes categorías (5,4,3,2, 1 estrella) según sus servicios e instalaciones, y las empresas de servicios turísticos pueden optar a la marca Q Calidad Turística que los posiciona dentro de un mercado de prestigio en cuanto a calidad, seguridad y profesionalidad, entre otros.

Pero estas empresas se enfrentan hoy con un consumidor mejor informado y, por lo tanto, más exigente que reclama un servicio de mayor valor que va más allá de disfrutar de un buen producto, en unas buenas instalaciones y de la mano de buenos profesionales. Las y los consumidores de hoy buscan soluciones con la categoría de experiencia, y los nuevos emprendedores y emprendedoras no deberían pasar por alto esta nueva exigencia del mercado si quieren poner en marcha empresas competitivas.

Para trabajar en este sentido, la clave estaría en dar respuesta a las expectativas emocionales más allá de cubrir las expectativas funcionales de nuestra clientela potencial. Y ¿cómo podemos hacerlo? Creando soluciones en las que, además del producto, el cliente aprenda con nosotros, que se entretenga, que disfrute con los sentidos (estética, olfato…), que lo saquemos de su vida cotidiana, etc. Si en esta aventura de crear experiencias para nuestros clientes no vamos solos, sino que nos acompañan otros actores que rodean mi producto (como serían los productores, artesanos, prescriptores, entidades locales interesadas en potenciar lo local, etc.), se nos abre una infinidad de opciones con las que poder hacer vivir a nuestros clientes experiencias verdaderamente únicas.

En el marco del I Congreso Internacional de Turismo Gastronómico celebrado en Pamplona el pasado mes de febrero, y al que tuve la oportunidad de asistir, se presentaron diferentes casos de éxito de empresas y proyectos que ofrecían a sus clientes experiencias más allá del producto y/ o servicio. Entre ellas pudimos escuchar cómo pescaderías facilitaban a sus clientes la visita a las instalaciones de procedencia del pescado, cómo los restaurantes establecen colaboraciones con los productores locales para que sus clientes conozcan las características de los productos que consumen e incluso puedan visitar sus instalaciones. Destacaría 3 experiencias de Navarra.

• Santi Cordón, chef del restaurante Trinquete en Tudela, nos contaba cómo unía huerta, tierra, gastronomía y turismo para crear experiencias reales que ofrecer a sus clientes. ¿Por qué no conocer en la huerta los productos que luego vamos a consumir en el restaurante?
Maskarada en Lekunberri une la producción del cerdo de raza vasca con las visitas a sus granjas, restaurante y comercialización.
• Aritz Ganboa de Miguel nos contaba la experiencia de la Quesería Albi y cómo ampliaron la experiencia de sus consumidores finales mediante visitas guiadas en las que conocer de cerca el pastoreo y la elaboración del queso de la denominación de origen Idiazábal.

Por otro lado, recientemente el Ayuntamiento de Pamplona hacía público el Plan Estratégico de Comercio 2017-2021, en el que ponen sobre la mesa la oportunidad de abrir espacios de colaboración entre el sector turístico y comercial de la ciudad para satisfacer a este nuevo consumidor “experiencial”.

El cliente quizás no recuerde el producto pero sí las emociones que ha vivido”.

Y no olvides que, si tienes una idea dentro del ámbito comercial y te interesa ponerla en marcha en Pamplona, puedes participar en el programa Denda Naiz-Soy comercio. Te apoyaremos para que tu negocio tenga la categoría de experiencia.

Filo Valero. CEIN

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