“Pensad a lo grande: pensad sin complejos”

Más de 4000 trabajadores, fábricas en diez países y ventas en todo el mundo. Esta puede ser la primera instantánea del Grupo Viscofan, una iniciativa empresarial de origen navarro líder mundial en producción y distribución de envolturas para la industria cárnica. Pero si seguimos mirando por el objetivo, divisamos también a una empresa innovadora y comprometida con su entorno. De hecho, Viscofan no dudó ni una décima de segundo en volcarse con Impulso Emprendedor desde el primer minuto. Hoy, Iñaki Recalde, director de tecnología y diversificación de Viscofan, repasa estos cinco años acompañando a emprendedores.

¿Cómo valoras la experiencia de participar en Impulso Emprendedor?
Estamos muy contentos. Nuestro deseo es ayudar y estamos satisfechos de lo que estamos haciendo y de lo que estamos aprendiendo. Cada proyecto es diferente y el contacto con el resto de las empresas también es muy enriquecedor.

¿Cómo ayudáis?
Absolutamente a medida. No existe un guion: es el emprendedor el que viene con cuestiones distintas que le inquietan. Los proyectos no tienen nada que ver unos con otros, están en distintas fases, las personas están más o menos decididas, más o menos abiertas a recibir ayuda…

Y se encuentran con vosotros, un gigante con una trayectoria dilatada… ¿Qué ofrece el Grupo Viscofan a estas pequeñas iniciativas emprendedoras?
Viscofan está presente en Impulso Emprendedor porque entiende que puede aportar aspectos importantes a los nuevos emprendedores. Las posibilidades son infinitas. Nosotros sabemos mucho de cuestiones tecnológicas, de propiedad intelectual y de cuándo y cómo hay que patentar, de definición del negocio, del mercado global y de cómo moverse en ámbitos internacionales. Queremos transmitirles que deben pensar a lo grande: pensar sin complejos. El enfoque local es necesario para empezar, pero tener la perspectiva de las oportunidades internacionales y de cómo acceder a ellas, es relevante.

Pero… ¿es oportuno pensar en grande cuando uno está comenzando?
No necesariamente es bueno, pero sí que es positivo no descartarlo. Si desde el momento cero, cuando uno tiene que hacer una apuesta en una fase inicial, no pierde de vista la posibilidad del mercado global, está abonando el terreno. No necesariamente tendrá que realizar esas acciones desde el inicio, ya que primero tendrá que desarrollar bien la idea, pero podrá esbozar o tomar medidas en ese sentido en fases razonablemente preliminares como la propiedad intelectual o posibles alianzas… Muchas veces, la dimensión de un negocio se descubre después.

En sus inicios, ¿pensó en grande Viscofan?
Viscofan es una empresa que nació aquí en Navarra hace más de 30 años. Es una empresa de origen y cultura navarra que empezó en Cáseda y que se ha convertido en líder del sector en el que trabaja. Se caracteriza por ser una empresa hacedora, muy activa, dinámica, sin complejos en el ámbito internacional. Aprendimos desde el día cero a tratar con desparpajo los retos que hay en el entorno mundial. Ese funcionamiento sereno ha permitido que Viscofan no solo lidere el sector, sino que esté cada vez a más cuerpos de ventaja de los competidores. Venimos de una trayectoria de alta velocidad desde el inicio y, con todo el respeto a los demás, llevamos un ritmo de crecimiento y expansión notorio.

¿Es preciso innovar para tener éxito?
La innovación es fundamental en general porque, como dijo aquel, hay que correr mucho en el mundo actual para estar en el mismo sitio. Actuando así, puedes garantizar que no pierdes comba. Por lo tanto, ¿hay que innovar? No innoves y verás. De todos modos, no todo el mundo que presenta una iniciativa está innovando y puede salir adelante perfectamente. Pero si los proyectos tienen elementos innovadores, mejor, porque las posibilidades de éxito serán acaso mayores.

¿Se puede equiparar de algún modo la actividad de una gran empresa como Viscofan a la aventura de iniciar un proyecto desde cero?
Si desde el departamento de I+D tengo que garantizar el éxito de un proyecto, debo tener claro que estoy respondiendo a la demanda del mercado, que tengo volumen de clientes suficientes para justificar el coste interno que me va a suponer, que dispongo o puedo desarrollar elementos técnicos para ello… Tenemos ventajas, pero cada proyecto de I+D es, en cierto modo, como una pequeña iniciativa empresarial y muchos aspectos son extrapolables a lo que es una startup. Vemos los puntos fuertes y débiles que pueden tener sus iniciativas.

¿Se encuentran cómodos compartiendo conocimiento? ¿Es esta una práctica poco común en un entorno profesional?
¿Por qué no has de compartir tu experiencia a la hora de resolver retos técnicos o de negocio? El apoyo a las iniciativas de emprendizaje en Navarra es una de las formas más interesantes en las que Viscofan pone en práctica su compromiso con la sociedad navarra.

¿Hay entonces responsabilidad social en vuestra presencia en esta iniciativa?
Sí. Nunca hemos dudado en involucrarnos en Impulso Emprendedor u Orizont y lograr con ello que los emprendedores se beneficien de la experiencia que ha ido a acumulando Viscofan a lo largo de los años. Estas iniciativas pretenden ser el germen de lo que será el tejido industrial navarro a medio plazo.

¿Tienen los emprendedores características comunes?
No. Emprender no implica un patrón mental común, pero sí tienen que tener un componente de valentía y de ganas de tirar para adelante. Hay distintas motivaciones para emprender y no es lo mismo alguien que emprende con voluntad de negocio, que la de un científico que tiene una idea o quien lo hace por obligación. Si eres un científico, vas a tener que aprender mucho de CEIN. Si tienes claro que quieres ganar dinero, ojo que eso no te ciegue porque, como no tengas una sólida base técnica, estás perdido. Debes tener algo que vender, tiene que ser rentable y hay que identificar el mercado y no quedarte únicamente con que tu idea es buenísima.

¿Qué aporta el contacto con emprendedores a Viscofan?
Nos sacan de nuestro día a día y nos enfrentan a problemáticas distintas: aprendemos mucho de sus problemas Poder percibir las inquietudes, la frescura y la química de quien emprende y se está jugando su propio dinero es muy enriquecedor. La energía interna del emprendedor es fundamental.

¿Hay buen nivel entre los emprendedores de Impulso Emprendedor?
Hay de todo, pero si la persona es excelente y la idea es buena, no hay duda de que saldrán adelante. Existen ideas que están poco maduradas y existen personas que quizá no son conscientes de cuán buena es su idea. El estado en el que están las iniciativas es muy diverso, pero, pasado el tiempo, cuando volvemos al Demo Day, nos encontramos con que el proyecto inicial se ha reconducido muy bien con la ayuda del CEIN, con los consejos que les hayamos podido dar las empresas y el propio sentido común. Impulso Emprendedor hace que muchas de las iniciativas pongan los pies en el suelo, se encaucen adecuadamente y se enfilen de forma más realista, con más posibilidades de éxito, valor añadido, clientes objetivos mejor definidos, etc.

¿Cómo es el contacto con CEIN?
En CEIN hay un equipo muy profesional, que conoce su trabajo y que lo hace de una forma muy sistemática y acertada. El grado de apertura, disposición, amabilidad y profesionalidad es excelente. Intuyo que son muy disciplinados a la hora de llevar a la práctica las actividades con los emprendedores.

¿Y qué valoración te merece globalmente Impulso Emprendedor?
Tanto Impulso Emprendedor como Orizont son iniciativas fantásticas y no sé hasta qué punto la gente es consciente de la oportunidad que supone contar con estos programas en Navarra. Siempre hay recorrido de mejora, pero poner en contacto a emprendedores con personas con experiencia, que exista un plan de formación en elementos clave en el lanzamiento de un startup, unido al componente económico, que suele ser relevante en las fases iniciales, es una combinación ganadora. Están todos los elementos necesarios para ser una herramienta poderosa para la sociedad navarra.

¿De qué modo se podría mejorar Impulso Emprendedor?
Me pregunto si es posible mejorar la captación de proyectos y que las empresas pudiéramos tener una hoja de ruta asociada al proyecto que tutelamos. Asimismo, veo interesante crear una red de empresas de diferente perfil que pudieran tutorizar los proyectos en función de las características de las iniciativas.

¿Terminamos con un mensaje final?
Sí. Iniciativas de interés social como Impulso Emprendedor u Orizont merecen el apoyo de cualquier empresa que esté en Navarra… y también de sus ciudadanos.

Cristina Ochoa

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