¡Yo no soy de letras!

Aquí me encuentro, sentada ante mi primer post. Me han pedido que lo escriba y lo primero que me viene a la memoria son los recuerdos del Instituto cuando había que hacer redacciones y comentarios de texto y lo poco, poco que me gustaban, siendo probablemente uno de los motivos por los que elegí ciencias.

Bueno, es normal que me pase esto, siempre ante cosas nuevas, desconocidas, encontramos muchos peros y barreras que nos frenan, pero ¡hay que darle la vuelta! Y es que una persona tiene que enfrentarse a muchas cosas nuevas continuamente (en todos los ámbitos de su vida), mundos nuevos y desconocidos que también son oportunidades para aprender. Cuando emprendes y quieres montar una empresa, no basta con saber la parte técnica de un proyecto o negocio sino que hay que aprender a vender, planificar, comunicar, negociar, motivarse, calcular, gestionar y un largo etcétera para al final conseguir resultados.

Tengo ante mí la oportunidad de hacer algo nuevo, diferente y tengo que encontrar el camino para conseguirlo. Pero ¿por dónde empiezo?

Lo primero que hago es buscar mis puntos fuertes para hacer esto, en ningún momento se parte de cero. A lo largo de mi vida me ha tocado impartir muchos talleres y conferencias hablando de emprendimiento e innovación, por lo que lo de hablar en público lo tengo superado. Tengo conocimiento y habilidad para transmitirlo, me gusta esto de enseñar. Claro, pero lo de escribir no es lo mío, no tengo definido quién es mi público, no sé quién eres, ni lo que piensas, ni veo tu cara para interactuar contigo, así no puedo adaptarme a ti. Además, no puedo hablar con las manos y con los gestos. Por eso he decidido que te voy a imaginar. Eres una persona que se enfrenta a algo nuevo o que se enfrentará ( porque todos los días surgen oportunidades), como yo con mi post y, puestos a imaginar, veo tu cara de escucha atenta. Me gustaría animarte a probar cosas nuevas y a guiarte en ese proceso.

Me doy cuenta también de que se trata de la primera vez para mí, pero no para el resto del mundo. Tengo la oportunidad de aprender de muchas personas distintas que me enriquecerán con su conocimiento y experiencia. Además, hay profesionales que se dedican a ello, ¡no estoy sola! Por otra parte, he leído muchos post, por lo que también tengo ese punto de vista.

Busco información sobre “mi primer post”, encuentro el primer consejo “escribe lo que te salga del alma”, uy, no sé si me atrevo a tanto.

Conozco mis puntos fuertes, he leído muchos post, he consultado, me he dejado aconsejar… Bueno, parece que esto no es tan complicado, ahora tengo herramientas para hacerlo. Sigo con ello, ya sé lo que me falta, escuchar a quienes leen blogs y más en concreto, a tí ¿Qué te gusta? ¿Qué no? ¿Qué echas en falta? … Sigo buscando información.

Ay, ¿y si cuando lo publican no le gusta a la gente? ¿Qué opinarán? ¿Qué podría hacer para ir con más seguridad? Buff, pues aquello de que cuatro ojos ven más que dos. Cuando haga mi primer borrador lo pasaré a otra gente para que me dé su opinión (claro, la sincera) y que me ayuden a mejorarlo.

Mmmm…, más de un cambio me ha tocado hacer, no lo esperaba, un poco de humildad viene bien.

Ya está, ¡lo he conseguido!, ¡prueba superada!, ¡Qué ilusión! Se lo enviaré a mis amigos y conocidos. Ya estoy preparada para hacerlo más veces y la próxima vez lo haré mejor.
Anímate a probar y a hacer cosas nuevas. Ya no vale ser de ciencias o de letras, todos/as podemos hacerlo. Eso sí, no te lances al vacío, define tu plan para aprender, déjate aconsejar, escucha a tus “clientes”, boceta, prototipa, testa, sigue aprendiendo y sé humilde y persistente. Las personas emprendedoras e innovadoras así lo son, ¡sigue sus pasos! Y sobre todo, ¡no te quedes con las ganas de intentarlo!

¿Te cuento un secreto? Ya he escrito mi segundo post, le estoy cogiendo gustillo…

Begoña Bordonaba. CEIN

Sin comentarios

Escribe un comentario

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER