“Somos una marca que ofrece una imagen única con un producto totalmente novedoso”

Mayima, participante en Impulso Emprendedor, cubre una necesidad tan básica como la protección ante la lluvia y el frío. Y lo hace a través de innovadoras capuchas que combinan funcionalidad y diseño. De ahí su lema: “El refugio, en el estilo”.

El origen de este proyecto es un patrón de capucha que Laura Baleztena, que tenía una tienda en San Sebastián, solicitó a Virginia Vicente. “En la tienda de Laura vendían, como complemento, capuchas de seda. Pasado un tiempo, recuperé ese patrón y comencé a trabajar en prototipos de capuchas para la lluvia”, expone Vicente.

Ambas socias construyen siempre pensando en otros pilares esenciales para ellas. Como explica Vicente, “compartimos la visión de un futuro mejor dentro de la industria textil por medio de la innovación sostenible y la producción justa. Para ello, combinamos materiales tradicionales con otros técnicos de mayor sostenibilidad, y llevamos a cabo la producción mano a mano junto a una cooperativa local de mujeres, el taller Customizando, en Madrid”.

Sus clientes, mayoritariamente, viven en lugares fríos del norte de Europa, EEUU y Rusia. “Nos presentamos como una marca que ofrece una imagen única con un producto totalmente novedoso. Una sensación de unicidad que mantenemos a través del contacto continuo, ya sea a través de nuestra web, las redes sociales o las diferentes plataformas e-commerce en las que estamos presentes. Este año, teníamos previsto introducir nuestros productos en ciertas boutiques físicas, pero la situación generada por la pandemia lo ha retrasado”, apunta Laura Baleztena.

 

Una oportunidad para encaminar el proyecto

 

Mayima es uno de los siete proyectos elegidos para participar en esta edición de Impulso Emprendedor, un programa que consideran una oportunidad de aprender y encaminar su proyecto, “un empujón moral, energía y confianza. Nos está abriendo la puerta al mundo empresarial y proporcionando contactos a los que de otra manera nos iba a ser imposible llegar”.

La metodología LEAN también les ha permitido aprovechar el conocimiento que han extraído de su producto por medio de encuestas, entrevistas y otras experiencias, y apuntar de manera más certera a su segmento de cliente. “Hemos aprendido a conocer nuestras fortalezas y debilidades. Por otra parte, como empresa de venta e-commerce, el aprendizaje en la rama de marketing digital y la distribución ha sido impagable”, asegura Virginia Vicente.

“Además de los contactos, de la ayuda económica y del intercambio de experiencias que surge entre todas las personas que participan en Impulso, CEIN nos aporta la seguridad de saber que vamos por buen camino. Y, por supuesto, saber que contamos con empresas mentoras de semejante envergadura que están apoyando el proyecto nos hace seguir adelante con confianza y la cabeza alta”, concluye.

Sin comentarios

Escribe un comentario

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER